Navarra al Natural

DESCUBRE NAVARRA AL NATURAL

domingo, 29 de marzo de 2009

La Valdorba. Románico navarro en plena naturaleza. Parte I.


Me gustaría hablaros sobre la Valdorba, esa desconocida, la que solemos pasar de largo para ir a localizaciones a priori más importantes o interesantes. Los amantes del arte Románico conocen bien esta zona. Su riqueza es inmensa. Los naturalistas, paseantes, ciclistas, etc. algo la conocemos pero como he dicho solemos pasar de largo o a lo sumo recurrimos a ella para buscar setas, hongos, trufas, coger manzanilla y demás. He de reconocer que mis andanzas por ella vienen de antaño pues de más joven pude disfrutar de alguna estancia en la casa de unos amigos en Garínoain.
El territorio denominado Valdorba lo forma la cuenca alta del río Cidacos y está delimitado por las sierras de San Esteban y Alaiz en el norte, Izko al NE, Urquita y Guerinda al Este y Sur respectivamente. Zona de gran interés paisajístico y natural debido a la confluencia de diversos climas donde domina el Mediterráneo con rasgos de Cantábrico y donde conviven bosques de hoja caduca como el Hayedo y Robledal y perenne como los Carrascales con campos de cultivo y pastos de montaña. Toda esta diversidad de hábitats permite que el lugar presente una de las mayores densidades de aves rapaces de Europa.

La Valdorba la componen 7 municipios pertenecientes a la Navarra Media oriental:Barásoain, Garínoain, Leoz , Olóriz , Orísoain, Pueyo y Unzué. Comenzaré a hablaros sobre una localización cercana a este último (Unzué) situado a los pies de la Peña de Unzué y de la sierra de Alaiz donde se encuentra uno de los hayedos más meridionales de Navarra y al cual dedicaré otra entrada más adelante. Mi destino me lleva, pasado Unzué, hacia el Embalse de Mairaga y San Pedro ad Vinacua importante resto del despoblado medieval de Echano y dependiente del lugar de Olóriz.

El Embalse de Mairaga fue construido en 1983 y entró en funcionamiento en 1990 por lo que se puede decir que es relativamente joven. Sus aguas son utilizadas para el abastecimiento de las localidades de la zona de Tafalla. Se trata de una zona de Carrascales (Quercus rotundifolia), Encinares (Quercus ilex) que encontraremos más hacia el norte Valdorvés, Quejigal y cultivos de secano caracterizada por matorrales espinosos de erizón, enebro, boj, Arces, etc. donde se forman preciosos paseos donde se puede disfrutar, cuando es la época, de la recogida de Manzanilla o Setas entre otras cosas y de la observación ornitológica y faunística. En cuestión de aves cabe destacar la presencia de Tórtola común, Alcaudón común, Milano negro y real, Águila culebrera, Alcotán, Aguililla calzada, Curruca mirlona y carrasqueña, paloma Torcaz (antes relativamente abundante y ahora bastante rara de ver), Pinzón, Mirlo, Mosquitero papialbo y común, Búho chico, Buitre leonado (mantiene una colonia en la peña Unzué), Carbonero común, Avión roquero, Golondrina común, Herrerillo, Petirrojo, Chochín, etc. También es posible encontrar Gineta, Gato montés, Jabalí, Tejón (tajudo) o lagartija colilarga, entre otros.


La zona del embalse de Mairaga permite una preciosa vista tanto del propio embalse como de su desembocadura. Es mirando hacia este lado donde encontramos el siguiente punto de interés, San Pedro ad Vinacua o San Pedro de Echano.
A la vista, emerge monumental con su larga espadaña entre los árboles que verdean el fértil paisaje. Se eleva como una atalaya de piedra en mitad del monte. Ya al acercarnos comprobamos que se trata de un edificio de finales del siglo XII o principios del XIII donde destacan varias cosas. Además de la ya citada espadaña vemos que es un templo de nave única y que su abocinada portada se abre en el lugar opuesto al “natural” lo que indica que en ese otro lado existía algún tipo de edificación, parece ser que un palacio, siendo esta la única iglesia románica en Navarra que estuvo adosada a un palacio. Al este cierra la edificación un ábside semicircular. En su entorno se encuentran los desolados de Echano, San Román y Arrazubi. Pero lo más importante es su decoración historiada de la portada en la que en vez de encontrarnos los típicos motivos religiosos se representa una fiesta pagana: Las Kalendae Januariae (Fiestas al dios Jano).

El lugar, aunque no está acondicionado, permite el esparcimiento pues hay una pequeña explanada que conecta dos campos de cultivo y es cruzada por una regata lo que aumenta el disfrute del entorno. Se abren varias sendas hacia el Sur por donde poder pasear tranquilamente. Algunas están cerradas con vallado de madera y alambre de espino y se internan en frondosos bosques donde el Carbonero común parece ser el rey del lugar. Otras nos llevan a disfrutar de diferentes perspectivas de San Pedro y sus alrededores. Un lugar, sin duda, estupendo para la observación naturalística a todos sus niveles. Bueno pues como primera aproximación a nuestra querida Valdorba este puede ser un buen destino, espero que disfrutéis de él.

Imágenes:

3 comentarios:

juan carlos sanchez dijo...

muy bien eso de recordarnos lugares tan cercanos y a la vez olvidados.la informacion y las fotos muy buenas.
saludos oscar

mikelgar dijo...

Vaya reportaje macho! Onnubilado me he quedado. Nos empeñamos en viajar lejos y no conocemos lo más cercano.Paradojas humanas...
En el "debe" de la Valdorba el megacoto de aniquilamiento de caza sembrada. Un grano en el tercer ojo.
Salud!

Oscar Guindano dijo...

Pues sí, el tema del coto es un gran grano... pero... de todo tiene que haber. Mejor eso que no la caza furtiva.

Salu2