Navarra al Natural

DESCUBRE NAVARRA AL NATURAL

jueves, 15 de mayo de 2014

Castillos y Fortalezas de Navarra. El Castillo de Tiebas/ Muruarte de Reta

Lo que hoy llamamos castillo fue en realidad un hermoso castillo-palacio. Es una construcción gótica que se levantó por orden de Teobaldo II de Champaña, Rey de Navarra (1253-1270), durante el S.XIII ( 1250 aprox.) En 1264 concedió a sus habitantes el Fuero de francos de Estella, siendo así, hombres libres.
Parece ser que el nombre de Tiebas bebe de los monarcas de la casa de Champaña que partieron a las Cruzadas y pudieron coger el nombre de la Tebas griega o egipcia para nombrar a esta localidad. El nombre Muruarte de reta parece ser una corrupción del nombre en euskera Muru-Artederreta. Muru se traduce como muro o fortificación y artederreta se compone de tres partes arte (encina o carrasca), eder (bello, bonito) y -eta (sufijo de abundancia). 
La propia construcción de este castillo-palacio se torna muy curiosa y es que, debido a que con la muerte del Rey Sancho VII el Fuerte en el año 1234, comenzó la etapa de Reyes en Navarra de la dinastía francesa. Teobaldo II fue uno de estos nuevos reyes que, por provenir de donde venía, ignoró los derechos de la Nobleza Navarra y sus usos y costumbres, lo cual no sentó muy bien a la propia nobleza y el pueblo navarro. Se rodearon de nobles franceses a los que dieron los cargos de Gobierno y de la Corte. En definitiva, no eran muy queridos por el pueblo... De ahí nace pues la idea de construir este castillo a las afueras de Pamplona y en un lugar tan estratégico, para mantenerse cerca de Pamplona y alejado a la vez...
Hasta tal punto llegó este "afrancesamiento" que el propio Teobaldo II se hizo traer de Francia a los artesanos y artistas que levantaron el castillo de Tiebas e incluso parece ser que hasta se trajo los materiales...
Así pues, el castillo se construyó a modo de los châteaux franceses. Debió ser un edificio magnífico para la época... Además del propio Teobaldo II también residieron aquí Enrique I el Gordo y Carlos II el Malo.
Tan sólo nos queda la ruina de lo que debió ser un magnífico palacio-castillo hecho al estilo de los châteaux franceses.
Durante el S.XIV obtuvo la categoría de Buena Villa con asiento en Cortes y tenía, además, el cargo de preboste encargado de la persecución de malhechores. En 1280 su cárcel contenía a 26 "inquilinos" procedentes de la Guerra de la Navarrería, encarcelados por el gobernador Beaumarchais después de conquistar y arrasar La Navarrería en 1276. Otro episodio más de los desacuerdos entre foráneos y franceses...
Bodegas del castillo, la parte mejor conservada.
En el 1321 el castillo se reformó como Archivo Real, depósito de la Cámara de Comptos, custodia del tesoro y prisión. En 1368, Carlos II nombró alcaide al judío Salomón de Polbroc. 
En 1378, tras el ataque de las tropas castellanas del capitán Pedro Manrique al castillo y la destrucción de este, se acusó al gobernador de cobardía. Los castellanos talaron los frutales y robaron el ganado de la población por lo que Carlos II les eximió de la mitad de las pechas.
Durante este ataque se produjo un incendio muy grave pues en él ardió una parte del Archivo Real.
Ahí se perdieron muchos datos de la historia de nuestro territorio, algo que sigue apenando a muchos navarros.
El castillo se reconstruyó y en el año 1445, Juan II de Aragón, Rey de Navarra lo donó a Juan de Beaumont que era prior en Navarra de la Orden de San Juan de Jerusalén. En 1450 se volvió a nombrar un alcaide para el lugar, este fue Sancho de Erviti.
En 1494 el castillo estaba en poder de Luis de Beaumont. En esas fechas se libra la guerra civil entre agramonteses (partidarios de los reyes navarros) y beamonteses (partidarios y aliados de los reyes castellanos). Es entonces cuando el Rey Juan de Albret ataca el castillo y se apodera de la fortaleza. Pero esto cambió con la conquista de los reyes castellanos del Reino de Navarra en 1512.
Durante esta guerra, tras conquistar Pamplona, el ejército castellano fortificó el conjunto para defenderse del ataque de Juan de Labrit. En noviembre de ese año fue cercado, atacado y tomado por las tropas castellanas. El castillo de Tiebas se consideró de gran interés para la defensa de Pamplona.
Sin embargo, en 1521, las tropas de Enrique de Albret recuperaron el Reino de Navarra y el castillo sirvió como cuartel general a las tropas franco-navarras durante las operaciones militares que concluyeron en el desastre de la Batalla de Noain el 30 de junio de 1521.
Así pues, pese a lo que se cree, este castillo se libró de la destrucción que otros sufrieron a manos del cardenal Cisneros. El conjunto siguió en manos de los Beaumont y de ahí pasó a la Casa de Alba tras el matrimonio en 1564 de Brianda, hija de Luis de Beaumont, 4º conde de Lerín, con Diego de Toledo, hijo del duque de Alba.
Vista panorámica del patio central que distribuía las estancias a los lados.
Parece ser que en el año 1560 se produjo una conspiración entre sus muros, descubierta por los castellanos,  a favor de Anonio de Borbón, Rey de Navarra y duque de Vendôme siendo alcaide Juan de Acedo.
La siguiente noticia que tenemos del castillo nos lleva al año 1656 donde se abre un proceso entre el Condestable de Navarra, propietario del castillo-palacio, Fernando Álvarez de Toledo y el vecino de Tiebas Juanes de Eleta donde se acusaba a este último de haberse llevado piedras del castillo para fabricar sus casas. Según los testimonios del pleito el castillo estuve bien diez o doce años atrás pero que en esas fechas estaba abandonado y sin techumbre.

Lo que hoy queda en pie es más bien poco pero nos ayuda a hacernos una idea de lo que debió ser a grandes rasgos. El lugar está señalizado con carteles explicativos que ayudan a entender su distribución y nos enseñan una recreación de lo que debió ser. (véase la primera imagen).
Nos imaginamos entrando por lo que debió ser la puerta de entrada que mira hacia la sierra de Alaiz hacia el gran patio central que distribuía las estancias a su alrededor.
Desde aquí se aprecian escaleras que llevarían al segundo piso y otras que bajan a la bodega, que es la parte mejor conservada. Los monarcas franceses eran muy aficionados al vino e introdujeron una nueva variedad de uva a la zona.
Escaleras de bajada a la bodega vistas desde abajo
Podemos ver también lo que debió ser una hermosa sala, la habitación norte, cuya decoración nos explican como magnífica según cuentan los textos en el panel allí situado.
Merece la pena darse un paseo por el lugar, contemplar las magníficas vistas que nos darán una idea de la estratégica situación de este castillo y pasear por sus estancias mientras las imaginamos ricamente decoradas y ornamentadas. Decorado con suelos de baldosas de colores (crema, rojo y verde) y su techumbre de teja barnizada en verde, amarillo y marrón.Grandes salas con chimeneas y ventanas con tracerías góticas. Una fuente en el centro del patio ornamentando el lugar, verdes jardines alrededor...
Se supone que hay un proyecto de "recuperación" del lugar. Mientras tanto disfrutaremos de él dejando volar nuestra imaginación como en un cuento de princesas, guerreros e historias de un Reino de Navarra tan lejano como cercano.
Disfrutad de la visita!!!!

1 comentario:

Ornitocampero.blogspot.com.es dijo...

Gran entrada....cuando veo este castillo o pared simepre me entrra envidia de los Franceses pues ellos nos e como lpo han hecho (supongo que porque siempre conquistaban ellos) han sabido mantener la edificiones muy bien.
Espero ver ese chateau como en dibujo algun dia!
Saludos camperos!