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martes, 21 de octubre de 2014

Rarezas en Navarra 2014

Abro este pequeño post para dejar constancia de las rarezas que están visitando nuestra comunidad estas semanas.
A saber: Avefría sociable (Vanellus gregarius) y dos correlimos de Temmink (Calidris temminckii) en los arrozales de Arguedas
Avefría sociable
Y por otro lado, una Malvasía cabeciblanca hembra (Oxyura leucocephala), dos porrones pardos (Aythya nyroca) y un porrón acollarado (Aythya collaris) en el embalse de las Cañas, en iana.

Malvasía cabeciblanca
Porrón acollarado

Porrón pardo
Seguiremos atentos a lo que pueda aparecer por estas tierras!!!!
Disculpad por las fotos testimoniales!!!
Saludos!!!!!!!!!!


martes, 14 de octubre de 2014

Recinto Fortificado de Rada. Castillos y fortalezas de Navarra

Imagen cedida por Iñaki Diéguez Uribeondo WEB
Entre Mélida y Caparroso, a 4 km de este último y en la localidad de Murillo el cuende, en la Ribera de Navarra se encuentra este paraje de singular belleza en lo alto de un cerro o cabezo de 436 metros de altitud que domina las vistas de la ribera del Aragón, la llanura de Olite, Caparroso, Pitillas, Santacara, la sierra de Ujué y  las Bardenas Reales de Navarra.
El recinto, propiedad del Gobierno de Navarra y destinado a excavaciones arqueológicas guarda en su interior la historia de este importante enclave defensivo de finales del S.XII donde destacan, parte de la muralla defensiva, el trazado de sus calles, la Iglesia de San Nicolás y el Torreón, además del aljibe y la necrópolis anexa a la iglesia.
El Despoblado de Rada, que como tal se le conoce, fue una villa fortificada que llegó a tener una extensión de 12.500 metros cuadrados. 
Las excavaciones arqueológicas han rescatado del olvido de la historia el trazado de las calles y más de 50 casas, además de lo anteriormente mencionado.
El conjunto declarado Bien de Interés Cultural data de los siglos XII y XIII. Pronto se erigió en un enclave destacado, por su papel estratégico, en la defensa del Reino de Navarra siendo posteriormente arrasado en 1455 por ser leal al Príncipe de Viana frente a su padre Juan II. Tan sólo quedó en pie la iglesia románica de San Nicolás que ahora vemos.

Hago aquí un inciso para explicar las causas de esta destrucción hablando de Carlos de Trastámara y Évreux (Príncipe de Viana) y su relación con su padre Juan II de Aragón. 
Carlos nació en tierras castellanas, en la fortaleza de la villa de Peñafiel fruto de la unión de su padre con la reina Blanca I de Navarra, hija y heredera de Carlos III el Noble.
Carlos fue educado y criado en el Palacio Real de Olite recibiendo las máximas atenciones de su abuelo Carlos III que hizo que tuviera una esmerada educación.
A la muerte de su madre en 1441, Carlos, con 21 años, se convierte en heredero universal de Navarra y de Nemours. Hay que decir que ya en 1423 se convierte en heredero reconocido de la Corona de Navarra y recibe el título de Príncipe de Viana.
Pero existía un problema y es que su madre dejó escrito en su testamento que Carlos no debía tomar el título real sin la bendición y consentimiento de su padre (aunque este estaba más ocupado por los asuntos de Aragón y Castilla dejando Navarra en manos de Blanca).  Así pues Carlos asumió la Lugartenencia del Reino *.
Este hecho provocó el agravamiento de la situación entre padre e hijo ya que ninguno de los dos pensaban renunciar a los que consideraban sus derechos a la Corona de Navarra.
Además, Juan II casó en segundas nupcias en 1445 con Juana Enríquez y Fernández de Córdoba, una noble castellana proveniente de una rama menor bastarda de los reyes de Castilla e hija de Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla y rival político de Álvaro de Luna. Pronto le dio un hijo que se convertiría en "Fernando el Católico". Juana entonces consideró a su hijastro como un entrometido. Persona intrigante y soberbia, lanzó a su marido Juan II contra su propio hijo, Carlos de Viana, estimulando las discordias y manifestando sus preferencias por su hijo Fernando. Esto motivó que Juan II irrumpieran en la política de Navarra lo cual no hizo sino agravar aún más el enfrentamiento entre el rey y su hijo primogénito Carlos de Viana. Los propios castellanos, con los que Juan había mantenido disputas, le ofrecieron a Carlos la posibilidad de expulsar de Navarra a Juan de Aragón y así fue después de que los castellanos, en 1451, penetraran en Navarra ocupando Buradón y avanzando sobre Estella (que fue defendida por Lopes de Baquedano) acampando cerca de Puente la Reina, Carlos llegó a un acuerdo, el Tratado de Puente la Reina del 8 de septiembre de 1451 donde se determina la ruptura definitiva entre padre e hijo.
En Navarra existían dos facciones nobiliarias rivales. Por un lado los Agramonteses, creada a comienzos del S.XII con Sancho VII el Fuerte y la otra, los Beaumonteses creada con Carlos III que se alió con el linaje más antiguo de los Luxa de la Baja Navarra.
Así, los beaumonteses tomaron partido por el Príncipe de Viana y los Agramonteses lo hicieron por Juan lo cual llevó al estallido de la Guerra Civil en Navarra. (interesante leerlo). Pués esto fue el comienzo que desmbocó en la conquista castellana de Navarra en 1512.

En este contexto, que he querido explicar lo más brevemente posible, es en el que se sitúa la caída en desgracia de este paraje amurallado, por ser leal al Príncipe de Viana, punto estratégico dentro de las hostilidades de la Guerra Civil.
Se sabe documentalmente de la existencia de dicho poblado en el S.XI.
Se sabe también que fueron los beaumonteses los que se adueñaron de esta fortaleza acaudillados por Charles de Mauleón, hijo de Oger. Así, en 1455, mosén Martín de Peralta, con tropas agramontesas, sitió el lugar consiguiendo romper sus defensas y destruirlo.
De todo lo que fue hoy no queda más que lo que se ve. hay que decir que este lugar, una vez deshabitado en 1455, no volvió a ser habitado nunca hasta que en 1981, su propietario, el Duque de Miranda, Luis de Silva, lo donó al Gobierno de Navarra.
Lo primero que llama la atención nada más llegar es el lienzo de la muralla, del S.XIII, de unos 100 metros de longitud que aun se conserva con restos de dos torres defensivas.

Este antiguo núcleo de población se articulaba en torno a lo llamaríamos la calle principal que va desde la entrada hacia la Iglesia y el Torreón circular.
En torno a esta calle central se articulan otras tres que conforman el entramado de casas del recinto.
Como se observa, las viviendas son humildes y estrechas y el suelo de las calles es la propia roca caliza que actúa como tal.
Las viviendas eran de planta rectangular, como he dicho, construidos con muros de mampostería en su parte baja. El suelo del interior parece ser que lo formaba también la propia roca caliza, nivelada, y cubierta con una capa de tierra batida con cal sobre la que se echaba un lecho de hierba seca para mantener limpia la habitación. En algunas viviendas se observan restos del hogar y del pilar central que sostenía un segundo piso al que se accedía por una escalera de mampostería que se encuentra junto a la entrada. El segundo piso sería de madera y correspondería al dormitorio.
Las excavaciones han permitido suponer que la techumbre de las viviendas estaba formada por un entramado de vigas de madera y tejas.


Junto a la iglesia se halla la denominada "Casa del Tenente". Debido a sus dimensiones, cercanas a los 270 m2, y su situación estratégida situada entre la iglesia y la puerta oriental del poblado, en la esquina de las dos calles principales, y la protección que le presta la propia iglesia, la muralla y un tramo del edificio cerrado a la calle, hace suponer que se trata de la casa del gobernador o tenente que era el representante del rey en la zona.

Pasamos ahora a la Iglesia de San Nicolás. Edificio del S.XII construido con gruesos muros de mampostería.
A esta iglesia le sucede una cosa curiosa y es que antiguamente fue una ermita y después pasó a ser iglesia aun habiendo perdido el núcleo de población, al contrario con lo que sucede con cualquier otro despoblado cuando una iglesia pasa a ser ermita.
Estamos ante un templo románico donde destaca su espadaña. El interior se divide una única nave se divide en tres tramos y está rematada por un ábside semicircular. A esta nave se le adosa otra rematada esta vez por un ábside plano. Ambas naves están cubiertas por bóvedas de cañón.
La iglesia no está consagrada al culto y en su interior encontramos una recreación con pendones y maniquís vestidos con armaduras a modo de recreación de la época. Todo esto se remata con una serie de paneles explicativos y una vitrina con una selección de piezas aparecidas en las excavaciones de las cuales no voy a poner imágenes para que vayáis a verlas (jejeje).





Seguimos por la "calle principal" y justo al lado de la iglesia, en su lado norte, nos encontramos con el cementerio. Tan sólo se ha excavado un primer nivel de enterramientos en una superficie de unos 40 m2, menos de la mitad del total, pero se ha llegado a exhumar a 79 individuos de los cuales 35 eran niños, tres jóvenes y 42 adultos. 
En el nivel más superficial, los enterramientos están orientadas al este y están realizadas en una fosa simple excavada en la tierra, reforzadas en ocasiones por una losa y rematadas por una estela discoidea o una piedra vertical.

Llegamos al torreón. De planta circular, tiene un diámetro externo de 8,5 metros y, aunque sólo conserva 3,5 metros de altura, se le suponen unos 15 metros.
Presenta un foso que lo rodea en uno de sus flancos a fin de dificultar la entrada al mismo.
Se barajan varias hipótesis sobre su función, yendo desde torre de vigilancia a torreón defensivo e, incluso hay quien le atribuye un origen árabe.
De cualquier forma, las vistas desde abajo son impresionantes así que, imaginemos, como debían ser a 15 metros de elevación....

En nuestro discurrir por el recinto, paseando entre lo que debieron ser sus calles, contemplando sus restos e imaginando sus edificios llegamos a una zona importante en cualquier asentamiento, el aljibe.
Palabra originaria del árabe, denomina a una cisterna destinada a almacenar agua, principalmente de lluvia. El aljibe de Rada es un depósito de planta rectangular y una capacidad de 100m3.
El suelo es de piedra picada unida con cal al igual que las paredes hasta una altura de dos metros.
La parte superior está construida por seis hiladas de sillares bien tallados y conserva en dos de los lados, unos canalillos que vierten al aljibe.



Decir que, a partir de 1984, un grupo de arqueólogos con María Inés Tabar Sarrías a la cabeza inician las tareas de excavación del lugar dando como resultado que en 1999 se pudiera inaugurar este "museo" al aire libre merecedor de nuestra visita por su historia y por la historia de Navarra de la que forma parte indiscutible.







Todas las imágenes de dibujos explicativos han sido obtenidas fotografiando los carteles informativos del recinto.
Para más información pinchar el link.
Espero que disfrutéis de la visita!!!!!!!!!

jueves, 9 de octubre de 2014

El Castillo de Santacara

Encaramado a un cerro cercano a la ciudad permanece erguido recortando la silueta de su Torre del Homenaje el antiguo castillo de Santacara.

Relación histórica de alcaides:
Ya en 1210, los habitantes de Santacara fueron eximidos por el Rey de trabajar en obras Reales a excepción del amurallamiento de la fortaleza y de la villa. Hacia 1280 estaba al cargo de la fortaleza el señor de Luxa; más tarde, en 1290, Jimeno Martínez de Úriz. Durante los primeros años del S.XIV aparece como alcaide Pedro de Sotes. Su puesto es ocupado en 1330 por Juan de Fierabrás, sargento de armas. En 1351, Carlos II confió el cargo a Pedro González de Lizasoain, en 1363 a Gil de Desojo y en 1366 a Pere Aibar de Solchaga, por muerte de su antecesor.
Tras la muerte de Pere Aibar, en 1375 pasó el alcaidío a su hijo Pero Gil de Solchaga; dos años después, mandó el Rey que se le asignasen los gajes sobre la pecha de la villa. Carlos III lo confirmó en el puesto en 1387. En 1391, concedió el Rey la guarda del castillo, a una con las pechas de Santacara y Pitillas, a su chambelán Beltrán de Lacarra, compensando a Pero Gil con una renta en trigo. Al año siguiente le dio 50 florines para reparar el aljibe. El castillo quedó en 1404 en prenda a favor del Rey de Aragón, como garantía de la dote de la infanta Doña Blanca que se había estipulado en los encuentros que se produjeron en Cortes y Mallén entre Carlos III y Martín el Humano, Rey de Aragón al objeto de casar a su hijo, Martín de Sicilia con la anteriormente citada Doña Blanca. Quedó estipulado en las capitulaciones que, además del castillo de Santacara, quedasen como parte de la dote los castillos de Gallipienzo, Murillo el Fruto y Arguedas .Con tal motivo tuvo que prestar homenaje a Don Martín el Humano el alcaide Martín Martínez de Solchaga.
La Reina Doña Blanca mandó al recibidor en 1430 restituir de la pecha 63 libras a los de este pueblo por los gastos que hicieron en la reparación del castillo. Por entonces era alcaide del mismo mosén Gracián de Agramont, que percibía las rentas sin descuento, por merced real. En 1438 se nombró en su lugar a Sancho de San Lux, escudero de honor, al cual sustituyó hacia 1445 Juan Martínez de Artieda. Poco tiempo duró el tal Juan porque en 1446 recayó el alcaldío en Diego de Yarnoz. en 1447 el Príncipe de Viana hizo donación del señorío de Santacara y su castillo a favor de Don Juan de Beaumont. 1457 es el año de alcaldío de Yénego o Íñigo de Berberana
En tiempo de Juan de Labrit, al reavivarse las discordias civiles promovidas por el conde de Lerín, llegaron sus ecos hasta Santacara. En 1494 los vecinos de la villa, agramonteses en su mayoría, se fortificaron en la torre de la iglesia y causaron daños considerables a la guarnición beaumontesa del castillo. El propio conde se vio precisado en acudir al socorro de su gente, ayudado, como no, por huestes castellanas. Como es de suponer, eran numerosas las quejas de los habitantes contra Gracián de Beaumont, titular del señorío. Tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico se mandó derribar el castillo, indemnizando a Gracián de Beaumont, a la sazón justicia de Pamplona, con 1000 libras.Sin embargo, todavía en 1536 seguía cobrando derechos de castillaje la viuda de Menaut de Beaumont, Dª Graciana Díaz de Armendáriz, a los pastores y almadieros. (Fuente: Archivo del Patrimonio Inmaterial de Navarra)

El Castillo y algo de Historia: 
Como hemos visto en la anterior relación de alcaides, ya existe evidencia del castillo en el S.XI. Por aquel entonces sus torres se remataban con un sencillo almenado sin voladizo.
Es en el S.XIV cuando se le añaden torres ladroneras y buhardas, pequeños salientes a manera de matacanes y las torres son rematadas por piezas piramidales llamadas dientes o albardillas, colocadas sobre una almena que es lo que hoy se puede observar en la derruida torre.
También se conserva una buharda y la puerta de acceso a la torre. La torre tiene aproximadamente unos 30 metros de altura lo que permite hacerse una idea de las dimensiones del castillo y de su alto valor estratégico debido a su situación en lo alto del cerro. También conserva parte del foso que rodeaba la estructura.
Un estupendo ejemplo de arquitectura militar de la cual solamente nos ha llegado hasta nuestros días este "pequeño" pedazo de historia.
De muy fácil acceso desde el pueblo, se llega por un camino de piedra suelta hasta unas escaleras que nos conducen a lo alto de dicho cerro.
 Os dejo con algunas imágenes de esta ruina merecedora de nuestra visita y de conocer su historia.






Agradeciendo siempre vuestra visita y vuestros comentarios,
un enorme saludo!!!!