La historia de este lugar está íntimamente ligada con la de su "creador", Domingo Elizondo Cajen.
Empezaré el relato hablando un poco de él, de su figura y de sus andanzas como industrial, Indiano y hombre de negocios.
Domingo Elizondo Cajen nació en Aribe un 14 de noviembre de 1848 y falleció en Pamplona el 13 de octubre de 1929.
Era hijo único y con 18 años emigró a Argentina donde, después de desempeñar varios oficios como trabajador portuario, pastor, dependiente de comercio, etc., se juntó con otros emigrantes originarios del valle de Aézkoa (Francisco Chiquirrín y Ciriaco Morea) y de su misma orientación política, y participó en la creación de la firma "El Ciervo", que le deparó una considerable fortuna.
Fuente euskomedia.
Regresó a Navarra hacia 1890 y, como hombre de negocios que era, emprendió varios de ellos. En 1902 se creó y fue socio de la "Eléctrica-Aoiz" para después ser presidente de su sucesora "El Irati, S.A.". Esta tenía varias funciones como la producción de la energía hidroeléctrica, la explotación del ferrocarril eléctrico Pamplona-Aoiz-Sangüesa (popularmente conocido como El Irati) y la extracción de madera del monte Irati entre otras funciones.
Al cumplir 80 años fue nombrado "Hijo Predilecto de Navarra" y le ofrecieron de manos de Alfonso XIII el título de Marqués del Irati el cual se negó a aceptar debido seguramente a sus ideas como liberal-demócrata. En Marzo de 1915 fue elegido Diputado y en agosto de ese año junto con Pedro Uranga Esnaola (En 1927 fue nombrado Hijo Predilecto de Navarra en agradecimiento a su intervención en el Convenio Económico con el Estado) presentaron una proposición para la reforma del funcionamiento de la Diputación. Ambos dimitieron de su cargo en 1915, tras haber presentado la propuesta de que las sesiones de la Diputación fueran públicas.
Centrándonos ya en el Barrio del Aserradero existe un itinerario, el SL-NA 142 Aserradero de Ecay, que se puede hacer para conocer un poco más acerca de este lugar y zonas adyacentes. Yo me voy a centrar solo en el barrio aunque merece la pena y no descarto abrir una entrada futura con él.
Como ya he citado anteriormente, Domingo Elizondo, construyó aquí una fábrica química y un aserradero (de ahí su nombre). El estado es ruinoso y dejó a la elección del visitante el adentrarse en las edificaciones bajo su responsabilidad y riesgo personal. Creo que la mejor forma de haceros una idea es mostrando algunas imágenes.
Impresiona ver el deterioro de los edificios y naves donde brillan por su ausencia cualquier tipo de maquinaria que, supongo yo, algunos habrán sabido "aprovechar". Restos de incendios, paredes derruidas, ventanas que ya no protegen del frío confieren a este lugar un halo tétrico y especial digno de ambientar una buena película de terror o un buen vídeo musical como es el caso, creo, de Barricada.
También es curioso, para los amantes de las aves, la cantidad de estos animales que pueblan la zona y alrededores. Además hay que tener en cuenta la cercana presencia del río donde pude observar hasta Zampullín común.
Un lugar idóneo para los amantes de la fotografía pues siempre hay un detalle, un ángulo diferente, un rayo de luz que se cuela y que despierta nuestra imaginación. un lugar para recordar un pasado industrial floreciente que por diversos motivos ha acabado de esta guisa. Un lugar con su magia y también digno de ser visitado.
Salu2