El camino de la fuente o el éxtasis de San Virila.

Cuenta la leyenda que un Abad llamado Virila del monasterio de Leyre allá por el año 850  salió a pasear por el bosque meditando sobre el dilema de la eternidad, Por comprender cómo era posible vivir eternamente sin llegar a aburrirse y, por lo tanto, dejar de ser feliz, y en su meditación profunda se internó por los senderos que rodean el monasterio camino de encontrar su propia respuesta y acabó dormido en este lugar de la sierra de Errando mientrás escuchaba extasiado el canto de un Ruiseñor. Así es como llegó a la fuente que ahora lleva si nombre y allí es donde ocurrió el milagro. Cuando despertó y bajoó de nuevo al monasterio se encontró con que los monjes no lo reconocían y que incluso vestían otros hábitos. Interesados en su historia buscaron los monjes en antigüos legajos y efectivamente dieron con un Abad llamado Virila...pero de eso hacía 300 años!.

Fuera de la leyenda es cierto que Virila fue Abad de Leyre allá por los días de Sancho el Mayor (1004-1035). Sus reliquias se encuentran en el monasterio.

Se trata de un paseo muy recomendable por su facilidad y belleza paisajística jalonado por citas y frases que hacen al paseante amena la ligera ascensión y bien señalizado hasta llegar a su destino. La imponente sierra de Errando nos acompaña en el andar hasta casi llegar a tocar sus cortados. Al otro lado, la vista también es espectacular con el monasterio surgiendo entre la frondosidad del bosque enmarcado por el agua de Yesa lo que confiere una bella visión.

Ciertamente la fuente no es nada del otro mundo pero es el camino en si lo que realmente merece la pena. Los sonidos del bosquete, la paz y tranquilidad que se respira más allá de la leyenda hacen del paseo un éxtasis personal.

Animo a todos a hacer este fácil recorrido y disfrutar de estas pequeñas glorias que se ocultan a nuestros ojos.

Salu2