En pleno valle de Valdizarbe, sin intención de esconder su belleza y misterio, camino de Santiago, se alza majestuosa en su pequeñez y grande en sus misterios. Poco es lo que de ella sabemos y mucho lo que hablan las leyendas. Sus caminos y el cauce del río Robo, sus campos, esconden misterios e historia a partes iguales.
Sabemos que se trata de una construcción de estilo románico del S.XII (1170) situada en las cercanías de Puente la Reina, en el término de Muruzabal, y en el Camino de Santiago por la ruta Tolosana poco antes de confluir en Puente la Reina con la ruta de Orreaga/Roncesvalles. De planta octogonal, parece ser que su nombre en euskera significa "cien puertas" (Ehun, cien y ate, puerta) en clara alusión a la arquería que rodea a la iglesia. Aunque otras teorías hablan de que su nombre original sería "onate" que quiere decir la buena puerta e, incluso, eunato, que en latín significa bien nacido. De cualquier forma ha llegado hasta nuestros días como Eunate.
Parece ser que, como ocurre en otros lugares, la iglesia no se encontraría sola sino que formaba parte de un conjunto de edificios que conformarían un priorato o un hospital. Pero desconozco si hay excavaciones o estudios que demuestren esta teoría, aunque parece lógica.
Una de las leyendas o tradiciones más arraigada sitúa a la iglesia de Santa María de Eunate en manos de los Caballeros Templarios. Esta hipótesis está totalmente descartada aunque existen indicios que apuntan a ella pero la falta de material escrito y otras informaciones echan por tierra esa posibilidad.
Según los defensores de esta teoría, la planta octogonal es típica de las construcciones templarias ya que, se sabe que, en sus encomiendas intentaban imitar en las construcciones a la Cúpula de la Roca de Jerusalén situada en el antiguo Templo de Salomón que fue sede de los Templarios en Jerusalén. Además, aducen que muchas de las marcas de canteros halladas en los sillares del templo pertenecen a maestros canteros templarios. Nada de esto está corroborado ni confirmado. Ahí queda sitio para la leyenda... Se dice que su pórtico, junto con el de San Miguel Arcángel de Olcoz, esconden un código secreto templario que protegería el lugar donde se hallan los restos de, ni más ni menos, la Reina de Saba!
Lo cierto es que, una posibilidad más creíble sería la de que, Eunate, fuese una iglesia que formara parte de un hospital de la Orden de San Juan del Hospital ya que sí existe documentación sobre su existencia. Un documento del Priorato de Navarra de los caballeros de San Juan de Jerusalén,
fechado hacia 1251, cita un pacto con cofrades de Obanos para que puedan
reunirse en el hospital que la orden tenía en el Camino, incluso para que puedan recibir sepultura en él.
Como veis, hipótesis hay muchas y son estas y otras leyendas las que contribuyen al misterio que emana Eunate al caminante y al estudioso.
Según un documento de la Catedral de Pamplona de 1520 se citan numerosas sepulturas que aquí se hallan. Se hace especial mención a una sepultura en particular que, por su tamaño y ubicación, pudiera ser la de la reina o dama que mandó construir este enclave. Esta dama, para algunos fue una reina llamada Sancha y fue ella quien mandó construir Eunate.
Pero, sin lugar a dudas, la leyenda por la que es más conocida Eunate es la que se refiere a su "portada gemela" de Olcoz.
La leyenda de las puertas gemelas de Eunate y Olcoz.
Cuenta esta leyenda que cuando se mandó construir Eunate se le encargó a un cantero local a través de un abad que construyera y tallara el pórtico de entrada para la ermita de Eunate.
El artesano, nervioso por el importante encargo, decidió retirarse a orar para inspirarse. Otras versiones dicen que su señor lo llamó para ir a una guerra... El caso es que, a los días, regresó a Eunate dispuesto a realizar su encargo y cual no fue su sorpresa cuando comprobó que un gigante había realizado ya el trabajo, con la aprobación del abad que se ofendió ante la ausencia del cantero.
El cantero estaba muy enfadado y para colmo el abad le comunicó que, si quería cobrar, debía realizar la misma obra que había hecho el gigante y en el mismo tiempo, tres días.
Desconcertado y desesperado ante la imposibilidad de realizar semejante reto, el cantero se internó en un cercano bosque intentando buscar una solución. Y, ete aquí, que en su deambular se encontró con una bruja llamada Laminak (otras versiones hablan de un Lamia), quien se decidió a ayudarle.
Debía recuperar la "piedra de luna" durante la noche de San Juan, que era custodiada por una enorme serpiente que vivía en un río cercano. Consiguió, no sin esfuerzo, hacerse con ella y la introdujo dentro de un cáliz con agua de Nekeas e hizo reflejar la luna sobre sus aguas y las piedras preparadas para ser talladas. Y aquí se obró el milagro pues, el pórtico se duplicó en otro similar al de Eunate pero con la particularidad de estar visto como en un espejo, osea, invertido.
Al día siguiente, al comprobar su hazaña, el gigante malhumorado propinó una enorme patada a su obra enviando el nuevo pórtico por los aires hasta que cayó en Olcoz!!
Hablando ya puramente de sus características, sorprende, como ya he mencionado, su planta octogonal y su pórtico o arquería de la misma forma que rodea al conjunto a modo de deambulatorio.
Del siglo XII, construída hacia el 1170, posee una cubierta piramidal a ocho aguas rematada por una pequeña espadaña y una torre que servía para subir, mediante una escalera de caracol, al tejado hecho de lajas de piedra.
En el lado este encontramos el ábside de forma pentagonal hacia el exterior pero semicircular en el interior. En cada paño se abre una ventana. Dos son ciegas. Es muy interesante la decoración de los canecillos con formas de cabezas humanas y de los capiteles de las columnas decorados con formas vegetales.
Ya en el interior observamos una cosa curiosa al mirar hacia arriba y es que todos los nervios que forman la cúpula forman ángulos diferentes por lo que se deduce que cada paño del octógono no es igual. Se observan tres niveles de alturas. En el primer nivel, todos los ángulos están formados por columnas con los capiteles decorados con motivos vegetales. De estas columnas nacen otras más pequeñas igualmente decoradas que las anteriores y que forman el paño de las ventanas. Y sobre estas últimas columnas, más cortas que las primeras, nacen los nervios que forman la cúpula.
En los paños de esta se abren unos lucernarios geométricos cerrados en alabastro.
A parte de esta decoración "vegetal" tan solo hallamos algo diferente a ambos lados del ábside con decoraciones zoomorfas y de figuras humanas.
Ya en el altar mayor nos encontramos con una preciosa virgen románica de la Virgen de Eunate. Pero se trata de una copia ya que la original fue robada años atrás. Es una típica Virgen con el niño románica. La original databa del SXII o XIII. Como curiosidad, hasta 1950, en el altar existían tres retablos. El principal, plateresco del SXVI. La copia de la Virgen es obra del valenciano José López Furió.
Para terminar, destacar que el pórtico fue restaurado en el SXVII pero quedan tres arcos originales. Así, mientras los restaurados descansan sobre pilares sencillos de sección cuadrada, sustituyéndose el capitel
por una simple moldura, los originales cuentan con dos columnas y capiteles historiados. Parece ser que desde su construcción esta arquería no estaba cubierta.
También es un añadido posterior la espadaña que corona la cúpula ya que en su lugar, parece ser, había una linterna que guiaba a los peregrinos.
Bueno, espero que os haya gustado el "artículo" sobre Eunate. Como siempre digo, no dejeis de visitarlo y dejaros embaucar por su historia y sus leyendas.
Os dejo algunas imágenes más de mi visita.
Salu2!!!!!
1 comentario:
Interesante todo lo que cuentas en palabras y en imágenes de esa joya del Románico que es Eunate. Una maravilla.
Saludos
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